lunes, 21 de octubre de 2013

Pumpkin Scones (Scones de Calabaza)



Los scones son unos bollos de mantequilla británicos que normalmente se toman en la hora del té. Son similares a los "american biscuits" con la diferencia de que estos últimos son salados, mientras que los scones suelen ser más dulces y también se les suelen incorporar pasas, arándanos, etc.

Se toman cuando todavía están templados y están más que deliciosos. Son crujientes por fuera y suaves y esponjosos por dentro. Son como una golosina. Un verdadero vicio! :-)

Esta es una versión americana con calabaza, uvas pasas y especias con un aroma y sabor impresionantes. Es típica en Halloween y también en Thanksgiving (Acción de Gracias).



Sobre los ingredientes...

Los ingredientes básicos para preparar estos scones son harina de trigo, azúcar moreno, levadura química de repostería, bicarbonato sódico (soda), mantequilla, huevos, yogur y puré de calabaza. Las especias que se añaden para aromatizarlos son canela, jengibre en polvo y vainilla. También llevan uvas pasas.

Para que adquieran ese bonito color dorado, se pintan con huevo mezclado con un poco de leche antes de meterlos al horno.

Calabaza
El puré de calabaza que se usa en esta receta no es lo que comúnmente se conoce como puré, es decir, no es calabaza cocida y triturada. Se trata de calabaza que se asa en el horno, se tritura y se escurre en un colador durante horas hasta que elimina todo el agua. Puedes ver cómo se prepara aquí.

En algunos países es posible encontrar el puré de calabaza en lata. Si se va a usar calabaza de lata, hay que asegurarse de que es calabaza pura, es decir, no tiene especias añadidas.


La harina que se usa es harina de trigo refinada, es decir, la harina "normal". Sin embargo, si se desea se pueden hacer integrales poniendo la mitad de harina normal y la otra mitad integral.

La levadura química de repostería es comúnmente conocida como levadura Royal, ya que ésta es una de las marcas comerciales que la fabrica. Se comercializa en forma de polvo blanco, por eso también se conoce como "polvos de hornear" y se trata de una levadura que se activa con las altas temperaturas de horno. Es decir, a diferencia de la levadura de panadería, no necesita fermentación previa.

El bicarbonato sódico también se conoce como soda. Sirve para potenciar el efecto de la levadura química de repostería. Cuando se mezcla con el ácido láctico del yogur, como es el caso de esta receta, provoca una reacción química que aumenta la esponjosidad.

El extracto de vainilla se comercializa en forma líquida, o bien, en forma de azúcar avainillado, que tiene el aspecto y textura del azúcar, pero con sabor y aroma a vainilla. Se puede emplear en cualquiera de los dos formatos.

Si no te gustan las uvas pasas, se pueden sustituir por la misma cantidad de nueces picadas.


Sobre la forma de prepararlos...

Para que los scones queden perfectos es importante que la mantequilla esté muy fría. El motivo es que hay que mezclarla con la harina presionando con las yemas de los dedos hasta conseguir una textura parecida a la del pan rallado grueso. Es decir, tienen que quedar una especie de miguitas sueltas. Si la mantequilla no estuviera suficientemente fría o si se calienta con el calor ambiente o el de las manos, en lugar de migas sueltas, puede quedar una especie de pasta pegajosa. Esto último no es lo deseado, ya que los scones quedarían duros.

Si en tu cocina hace mucho calor o si los haces en verano, un truco para evitar esto es meter la harina en el congelador unos minutos (junto al recipiente en el que vayas a hacer la mezcla).

Igual que la mantequilla, el resto de ingredientes (huevo, yogur...) también deben estar muy fríos. Es decir, recién sacados de la nevera.

Por otro lado, hay que ser muy rigurosos con las proporciones de los ingredientes para que la masa no quede ni poco densa ni demasiado densa y se pueda trabajar bien. Ten en cuenta que habrá que formar una bola, aplastarla formando un disco y cortarlo con un cuchillo en 8 porciones iguales. Si la masa estuviera poco densa, se pegaría a la superficie de trabajo y no conservaría su forma.

Una vez hecha la masa, no dejes que se caliente antes de darle forma de scones. Si vas a tardar en hornearlos, lo mejor es darles la forma de scones, colocarlos en la bandeja de hornear cubiertos con film transparente o plástico de cocina, para que conserven la humedad y no se sequen, y ponerlos en la nevera hasta el momento de hornear.

Este es un buen truco para tenerlos recién hechos en el momento en el que los vayas a consumir, sin tener que dedicar tiempo a prepararlos previamente. Sólo meterlos al horno, y listos! En este caso, no los pintes con huevo hasta el momento justo de meterlos al horno.


Sobre su conservación...

Cuando más ricos están en cuando están recién hechos y todavía están templados, ya que estarán crujientes por fuera y tiernos por dentro.

Se conservan bien varios días después de hacerlos si los pones en un lugar fresco y seco cubiertos con film transparente (plástico de cocina) para que no se sequen y se pongan duros. Sin embargo, con el paso del tiempo, perderán la textura crujiente del exterior y se pondrán más blanditos.

Una vez que se hayan enfriado, para que estén más ricos y recuperen algo de su textura crujiente, puedes meterlos unos minutos en el horno, hasta que estén templados. Si tienes un microondas con gratinador, también puedes usarlo, poniendo los scones en la parte baja del microondas. Esto te ahorrará el tiempo de calentar el horno. ¡Cuidado! Usa el microondas sólo con el gratinador. Si no dispones de gratinador en el microondas, no lo utilices ya que los scones perderían su textura crujiente y quedarían calientes pero blandos.

Se pueden congelar. Se deben envolver individualmente en papel de aluminio. Lo mejor es hacerlo tras sacarlos de horno cuando se han enfriado y todavía están tibios. Para descongelarlos hay varias opciones:

1) Dejarlos descongelar de forma natural (sin el papel de aluminio)

2) Descongelarlos dentro del horno precalentado. Te quedarán como recién hecho.

2) Si tienes horno microondas con grill, también puedes ponerlos (sin el papel de aluminio) en la parte más baja del horno únicamente con el grill encendido durante unos 8-10 minutos por cada lado. Tras ese tiempo déjalos dentro unos minutos más para que con el calor que queda se terminen de descongelar por dentro. De esta forma quedan como recién salidos de horno. Si no tienes un microondas con grill, no intentes hacerlo pues quedarían blandos en lugar de crujientes.

Aquí os dejo la receta. ¡Espero que la disfrutéis!

¿Te gusta la calabaza? Puedes encontrar más recetas en nuestra página de Recetas con Calabaza.

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VÍDEO DE LA RECETA, INGREDIENTES E INSTRUCCIONES PASO A PASO:

En el siguiente vídeo en alta definición puedes ver la receta paso a paso (la música de este vídeo es Royalty Free y está disponible aquí):





Pumpkin Scones (Scones de Calabaza)

Los scones son unos bollos de mantequilla británicos que normalmente se toman en la hora del té. Son similares a los "american biscuits" con la diferencia de que estos últimos son salados, mientras que los scones suelen ser más dulces y también se les suelen incorporar pasas, arándanos, etc. Se toman cuando todavía están templados y están más que deliciosos. Son crujientes por fuera y suaves y esponjosos por dentro. Son como una golosina. Un verdadero vicio! :-) Esta es una versión americana con calabaza, pasas y especias (jengibre, canela y vainilla) con un aroma y sabor impresionantes. Es típica en Halloween y también en Thanksgiving (Acción de Gracias).

INGREDIENTES:

Para los scones:
  • 260 g de harina de trigo
  • 70 g de azúcar moreno
  • 1/2 cucharadita de jengibre molido
  • 1/2 cucharadita de canela molida
  • 1 cucharadita de levadura química de repostería
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 115 g de mantequilla muy fría
  • 50 g de pasas
  • 1 yogur natural (125 g)
  • 120 ml (1/2 taza) de puré de calabaza (sin especias añadidas)
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla

Para pintar los scones:
  • 1 huevo ligeramente batido
  • 1 cucharada de leche


INSTRUCCIONES DE LA RECETA:
  1. Se precalienta el horno a 200 ºC.
  2. En una fuente amplia se mezcla la harina, el azúcar, el jengibre, la canela, la levadura, el bicarbonato y la sal.
  3. Se corta la mantequilla fría en dados, se añade a la fuente y la mezclamos con la harina presionando con los dedos hasta que tenga el aspecto de pan rallado grueso.
  4. Se añaden las pasas y se mezcla.
  5. En otro recipiente, mezclamos con un tenedor o una cuchara el yogur, el puré de calabaza y el extracto de vainilla.
  6. Lo añadimos a la fuente con los ingredientes secos y mezclamos con una cuchara o espátula hasta que los ingredientes secos se humedecen y se forma una masa (no sobretrabajes la masa).
  7. Ponemos la masa sobre una superficie enharinada, le ponemos un poco de harina por encima y amasamos  con cuidado no más de 4 o 5 veces hasta formar una bola. No amases más o los scones te pueden quedar duros.
  8. Aplastamos la bola hasta formar un círculo de unos 18 cm de diámetro.
  9. Cortamos con un cuchillo el círculo en dos mitades, cada mitad en dos cuartos y cada cuarto en 2 octavos. Lo mejor es presionar con el cuchillo desde arriba y separar las dos mitades en lugar de moverlo horizontalmente.
  10. Ponemos los scones en una bandeja para horno con papel de hornear (si no tenemos, engrasamos la bandeja con un poco de mantequilla) y pintamos la parte superior con la mezcla de huevo y leche.
  11. Horneamos durante 20 minutos aproximadamente o hasta que hayan crecido y tengan la parte superior de un profundo color dorado.
  12. Tras sacarlos del horno, déjalos enfriar unos minutos sobre una rejilla.
¡Y a disfrutarlo!


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